¿Sabías que el vino es una bebida viva y cualquier cambio en los grados afecta directamente a su aroma, tacto, sabor y calidad? De ahí que sea tan importante alcanzar siempre la temperatura óptima de consumo, la cual es diferente para cada tipo. Si te interesa saber cómo enfriar el vino de manera correcta, te invitamos a descubrirlo en las siguientes líneas.
5 consejos para enfriar el vino
Como te adelantábamos en la introducción, la temperatura es un aspecto decisivo al consumir vino. Si has leído por ahí que lo idóneo es ‘beberlo a temperatura ambiente’, debes saber que no es así. Se trata de un falso mito que conviene dejar de lado. De nada sirve contar con el mejor vino de Rioja si la temperatura no es la adecuada.
A continuación te facilitamos algunos consejos para lograr ese estado óptimo. Asimismo, te recomendamos disponer de un termómetro para que el proceso sea más preciso y satisfactorio. En el
mercado existen diferentes tipos: digital, de mercurio o infrarrojos. Este último es, sin duda, la mejor opción, ya que permite medir con exactitud sin ni siquiera tocar el vino o abrir la botella.
1. Sí a identificar el tipo de vino y sus necesidades
El primer paso tiene que ver con identificar ante qué tipo de vino estamos y cuáles son sus características. Aspectos como la variedad, la edad o las marcas de vino influirán a la hora de
determinar cuál es la temperatura más apropiada para su consumo. Aquí tienes algunas breves indicaciones al respecto:
- Vinos tintos. Por lo general, se sirven a una temperatura más cálida que los vinos blancos para enfatizar sus sabores y aromas. La temperatura idónea para los tintos se sitúa aproximadamente entre los 10°C y los 18°C.
- Vinos blancos. Se degustan mejor cuando se sirven fríos, dado que esto contribuye a resaltar sus notas refrescantes y afrutadas. La temperatura ideal oscila entre los 7°C y los 12°C.
- Vinos espumosos. Los vinos espumosos se deben servir bien fríos para preservar su efervescencia y refrescar el paladar. Es estos casos, la temperatura debería rondar los 6-8°C.
2. No a usar hielo
¿Has pensado en añadir unos cubitos de hielo para conseguir que el vino esté más fresco? Déjanos decirte que se trata de una pésima idea. Incorporar hielo directamente al vino, para enfriarlo
rápidamente, hace que se diluya su sabor. Además, el agua del hielo alterará las proporciones adecuadas de la bebida y mermará su calidad.
3. Sí a la cubitera
Aunque no debas añadir hielo al vino, hay otras formas de enfriarlo como, por ejemplo, utilizando la cubitera. Introducir el vino en un recipiente como este con hielo y agua es una manera rápida y
sencilla de conseguir la temperatura que deseas. El hielo y el agua conforman un estupendo tándem para conducir el frío. Como amante del vino, en tu casa no debería faltar una cubitera. Poner en
práctica estos tips te será de gran ayuda:
- Llena la cubitera con hielo. Coloca suficiente para que cubra, al menos, dos tercios de la altura de la botella de vino.
- Agrega agua fría.
- Coloca la botella en posición vertical.
- Deja enfriar el vino. El tiempo que tardará en enfriarse dependerá de la temperatura inicial del vino y de la del ambiente, pero en general, debería enfriarse adecuadamente en unos 20-30 minutos.
- Verifica la temperatura. Puedes utilizar un termómetro para vinos si tienes uno disponible. Otra opción es tocar la botella para percibir si ha alcanzado la temperatura deseada. Aunque, lógicamente, este método es mucho menos preciso.
- Una vez el vino ha alcanzado la temperatura apropiada, sácalo de la cubitera y sírvelo en copas adecuadas para disfrutarlo plenamente.
4. No al congelador
Otro gesto que no debes hacer es meter la botella en el congelador. No cabe duda de que es un método rapidísimo. Sin embargo, no vale la pena. Los cambios térmicos bruscos no son buenos
amigos del vino. La calidad y el sabor se pueden ver comprometidos, incluso si simplemente buscas enfriarlo un par de grados.
5. Sí a la nevera
La nevera es el lugar perfecto para que la temperatura del vino vaya disminuyendo de forma gradual. El único inconveniente de este método es que no resulta tan rápido como otros. Si puedes permitirte esperar, te aconsejamos que uses este electrodoméstico. Recuerda que el tiempo que sea preciso dependerá del tipo de vino y de la temperatura inicial a la que esté. Tenlo en cuenta cuando quieras calcular lo que tardarás en sacar la botella de la nevera.
Ahora que ya sabes cómo enfriar el vino de forma correcta, es el momento de que empieces a implementar estos conocimientos. No cabe duda de que los consejos que te hemos proporcionado
en estas líneas marcan la diferencia al consumir un vino. ¡Tu experiencia será mucho más placentera y podrás sacarle todo el potencial a tu bodega de vino!