La prestigiosa bodega de Cenicero y Verallia instalan 8 colmenas en el viñedo para cuidar y preservar la biodiversidad.
En un paso más hacia la sostenibilidad y la Responsabilidad Social Corporativa, Bodegas Marqués de Cáceres ha colaborado con el proyecto Joinbee de Verallia con la instalación de 8 colmenas en su viñedo de San Vicente de la Sonsierra. Este proyecto pretende, entre otras medidas, fomentar la polinización en sus parcelas, contribuyendo al equilibrio ecológico y a la mejora de los ecosistemas en la zona.
Una iniciativa de RSC
Además, como parte de su iniciativa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), en el proyecto también ha intervenido la Asociación ASPRODEMA, que ha contado con la participación del centro de Logroño y Nájera para la decoración de las colmenas, aportando un toque artístico único y distintivo. Esta colaboración no solo refuerza el compromiso con la sostenibilidad medioambiental, sino que también apoya el trabajo de personas con discapacidad, fomentando la integración social a través de la creatividad y el arte.
Este proyecto se enmarca dentro de la filosofía de Bodegas Marqués de Cáceres de promover prácticas agrícolas responsables y respetuosas con el medio ambiente, al mismo tiempo que contribuye al bienestar social y comunitario.
La sostenibilidad para Bodegas Marqués de Cáceres tiene una triple vertiente: medioambiental, económica y social. Para la bodega, la diferencia entre sostenibilidad y el desarrollo sostenible se basa en que éste último perdura en el tiempo, en base a la coherencia y el largo plazo. Por ello, sus medidas y desarrollo estratégico cuentan con acciones y procesos que miran al futuro: Mantenimiento de las viñas viejas, tratamientos fitosanitarios respetuosos con el medio ambiente, optimización y protección de los recursos productivos…
Bodegas Marqués de Cáceres y Verallia
Este proyecto es un nuevo avance en materia de sostenibilidad para lo bodega de la mano de uno de sus principales proveedores de vidrio, Verallia. Como colaborador esencial en su RSC, trabajan conjuntamente en otras acciones para reducir el impacto ambiental de sus actividades como la reducción del peso de las botellas.
Acciones como esta forman parte de las mejoras continuas en materia de desarrollo sostenible que forman parte del estándar de certificación SWFPC, obtenido el año pasado por la bodega.
Este esfuerzo conjunto es solo un ejemplo de cómo la bodega está apostando por la innovación y la colaboración para garantizar un futuro más sostenible tanto para la viticultura como para el conjunto de la sociedad.